viernes, 26 de diciembre de 2014

#NaviBlogger: Diana

Ruido, todo a su alrededor es ruido. Pero ella ha dejado de oírlo. Respira con fuerza, o cree que lo hace. Sus ojos ven sin ver el desastre que ocupa su entorno. 

Ni si quiera tenía que estar allí. Su hermana le había rogado tanto que se quedara... Y ella simplemente había desoído sus suplicas. Si la hubiera escuchado, en ese mismo instante estaría sentada sobre la nieve. Mirando desde su colina la ciudad que la había visto nacer. Llena de luces, de colores, que la hacían soñar que su alma podía llegar a elevarse y flotar entre todas ellas, aunque solo fueran fantasías estúpidas, la llenaban de una paz imposible de alcanzar en un momento como aquel. También estaría llena de personas que compartían la ilusión de aquellas fechas. Algunas incluso dejaban atrás los rencores y se reencontraban con familiares y seres queridos que habían dejado atrás. Ella había sido testigo en una ocasión. Entre todas esas personas estarían las importantes para ella, probablemente compartiendo la cena. Quizá la echasen de menos. "Tendrán que acostumbrarse a eso" piensa mientras la siguiente explosión la empuja contra la fría roca. 

Siente las piedras rasgando su piel, y espera que el dolor la saque de la extraña burbuja que envuelve su mente. Ha colapsado, ya no puede más. Ha llegado hasta ese lugar siguiendo a un hombre ¿Cómo no? ¿Qué otra cosa se podía esperar de alguien como ella? Ninguna causa noble la había llevado al centro de esa guerra que envolvía los países del norte. Solo un hombre. Y jamás le había dicho lo que sentía por él.

El ruido volvió a atizar sus oídos y se levantó con gran dificulta, pues descubrió que algo había dañado su pierna izquierda. No importaba, nada lo hacía ya.

Si miraba hacia atrás, tenía que admitir que no se arrepentía de nada. Sus decisiones, equivocadas o acertadas, por los motivos que fueran, la habían hecho quien era. La habían llevado hasta allí, y si todo iba a acabar en ese momento... entonces había llegado la hora de ser sincera. 

El olor a oxido y pólvora era asfixiante. El humo lo cubría todo. Pero consiguió llegar a la siguiente cámara. Está vacía, lo que es de agradecer. Continúa y baja como puede lo que queda de las escaleras.

Unos candelabros llaman su atención, junto a ellos descansan unos cascabeles de colores. El alma se le cae a los pies ¡Los niños! Imposible, se recordó. Los pequeños debían de haberse ido mucho antes de que aquel ataque los sorprendiera. Los cascabeles tintinearon, tras la siguiente explosión y tuvo que cubrirse la cara con los brazos, mientras recordaba lo travieso que era Nicolás, y que siempre arrastraba a Nina en sus travesuras. Rezó porque no se hubiesen escapado de la caravana de su abuela. Rezó, aunque no creía en los Dioses, porque estuvieran a salvo. 

De pronto tenía mucha prisa. Recorrió todos los corredores por los que solían jugar los niños, buscando un espectro. Algo que deseaba no encontrar. Escuchó voces y gritos, y corrió en su dirección. Recordó que por esa zona había un refugio y se preguntó si los gritos venían de allí.

Entonces se lo encontró a él. El hombre al que amaba, ayudando a salir a las mujeres del refugio, que había sido alcanzado por una de las bombas. Tenía toda la intención de ayudarlo cuando algo llamó su atención. Otro hombre, uno que ella conocía demasiado bien. Lo consumía el rencor, y solo vivía por la venganza. Su padre biológico. El hombre que la había abandonado para ir busca de su venganza iba armado con una espada. Una de esas que servían para decorar el salón. Pero ella sabía bien que estaban muy afiladas, recordaba como cortaba aquel acero. Se estremeció, hasta que vio cómo blandía la espada para matar al hombre del que estaba enamorada.

Reaccionó poniéndose delante de la espada y sintió el acero atravesándola. Vio al hombre que le dio la vida arrebatándosela, y al que había hecho su vida más llevadera dándose cuenta tarde de lo que sucedía. Al primero, deseaba gritarle que era un cobarde por atacar por la espalda a quien dice odiar. Al otro deseaba confesarle todo lo que sentía por él, todo aquello que había guardado dentro de su corazón.

Pero a veces el final llega antes de lo esperado, no siempre podemos decir todo lo que queremos, y su fin había llegado. Sin elocuente despedida y gloría, sintió como la vida se escurría entre sus dedos tan muda como ella. Quizá esta vez su alma sí se elevaría con las luces que iluminaban su ciudad. Aunque estas estuvieran muy lejos, y ella ya no volviera.

Lo último que escuchó, pues no habló fue su nombre en los labios de aquellos dos hombres que tanto habían marcado su vida: Diana. 

Participantes: 
Emily Broken Rose: Emily Broken Rose
Étincelle: Chispas
Garonne: Catón de Elder
Ana Lilium: El viaje de Melissa
El loco cósmico: El hogar del loco cósmico 
JJ Parejo: Cuentos de Taberna
Katia Vanclaise: Testamento de papel
Misora Arosim: Explosiones en la cabeza
Srta Wolf; The last howling
The Crazy Writter: Is the crazy writter

12 comentarios:

  1. Todavía no sé cómo te las arreglas para llevar tan bien las escenas de acción, de verdad. Me ha gustado mucho, con un final muy Angie xD ¿Te has planteado trabajar de asesina a sueldo? Me habría encantado leer el primer relato, tal vez en otro momento lo reescribas y pueda disfrutar con él. Como siempre, un magnífico relato y un estilo muy tuyo.

    Un frío beso navideño,

    Emily

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    1. JAJAJAJAJAJAJA sabes que por ti me asesina con solo pedirlo xD Muchas gracias me alegro muchísimo de que te haya gustado^^

      Besitos para ti también :)

      Angie

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  2. Me has dejado sorprendida, buscando un poco la navidad alrededor del relato xD Sin duda alguna también me ha sorprendido lo bien que llevas las escenas de acción, y el relato al completo me ha encantado, me ha gustado mucho tu forma de narrar.
    ¡Un besín!

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    1. Muchas gracias :) Me alegra mucho que te haya gustado^^ Espero poder seguir prendiéndote xD


      ¡Muchos Besitos!

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  3. ¡Buenas! acabo de conocer tu blog y este relato me encantó, el final me dejó helada, tremenda encrucijada!
    Me interesó mucho la iniciativa tambien :) seguramente me apunte para las siguientes
    ¡Nos leemos!

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    1. Muchas gracias :) Si la verdad que tiene un final un poquito impactante xD

      Pues ojalá que te animes a apuntarte a los siguientes proyectos, se anunciaran por Twitter: @ReivindicandoBlogger y por el blog oficial: http://reivindicando-blogger.blogspot.com.es/

      ¡Nos leemos!

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  4. Esa muerte tan muda... fantástica. Siempre me da por pensar que los personajes al morir sueltan unos discursazos increíbles, cuando deberían estar agonizando o ya muertos, o como tú dices, mudos.
    Una pregunta: ¿la guerra es una metáfora para explicar como la familia está dividida por el amor de Diana al hombre y el odio de su padre hacia este, o es una teoría que me he sacado yo de la manga? xD
    Venga, un abrazo :3

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  5. Más o menos, a ver la guerra sí es una metáfora pero no exactamente con el enfoque que le estás dando. Lo que pasa es que tampoco sabría explicártelo, o al menos nos de forma inteligible, así que no te voy a ser de mucha ayuda :S lo siento.

    Un abrazo muy fuerte :3

    Angie

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  6. Muy duro, pero fantástico.
    Me gustó mucho cómo está escrito; las escenas, la encrucijada de la protagonista y ese final... sobrecogedor. Muy bueno.
    Un beso enorme,
    Ara.

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    1. La vida es dura ¿no? Jajaja muchas gracias :3 Me alegro de que te haya gustado :D

      Un beso

      Angie

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  7. ¿Sabes esa sensación de imaginarte una escena y ponerle detalles poco a poco, hasta que al final te haces una idea completa y mucho más realista de lo que el autor (o autora) pretende contarte? Pues eso he sentido yo: magníficamente descrito.
    Sigue escribiendo.
    ¡Un beso!
    JJ.

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    1. ¡Vaya, tu comentario me ha dejado sin palabras! Me siento muy halagada, muchas gracias :)

      ¡Besos!

      Angie

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