En una de las áreas de descanso que según tenía entendido no eran vigiladas, porque solían ser utilizadas por las compañeras de los integrantes del Círculo, se encontraba Damon tratando de poner en orden sus ideas.
Recordaba haber ayudado a desmantelar la asociación Sorcen, que se había librado muchas veces de la justicia gracias al Consejo. Los líderes de esa asociación capturaban oráculos con poderes útiles y las usaban de la peor de las formas. Eran capaces de cualquier cosa por obtener lo que querían de ellas.
Damon había visto alguna de sus cámaras de tortura y las grabaciones de su uso, recordaba haberse horrorizado con lo que había visto. Algunas de las oráculos que habían entrado en esas cámaras habían sido demacradas tanto a nivel físico como psíquico.
Damon sabía que las más fuertes eran violadas y obligadas a concebir. Los niños eran apartados de sus madres al nacer y solían ser más fuertes de lo normal. Las niñas eran criadas hasta que se descubría su potencial, si eran consideradas aptas acababan encerradas como sus madres, si no lo eran las catalogaban como inútiles y eran asesinadas.
Mason había sido uno de los más interesados en desmantelar a la Sorcen, aunque para ello hubiese tenido que dar una impresión totalmente opuesta al resto de la sociedad vampírica. No culpaba a Caroline por pensar lo peor de él, así es como lo veía la mayoría de la sociedad.
A pesar de los esfuerzos de Mason había sido casi imposible dar con la pista del paradero de ninguna de las bases de la Sorcen, que estaba bien protegida por los altos líderes del Consejo, a los que esa asociación les daba generosos ingresos y facilidades para adquirir grandes cantidades de poder. Pero hubo una gran explosión en una de las bases que usaban. La potencia de la explosión dejó sin vida a todos los vampiros que se encontraban allí en ese momento, exceptuando a uno, aunque su supervivencia no tenía lógica alguna pues había estado en el centro de la explosión. Dos o tres oráculos también habían sobrevivido, pero sus mentes habían sido tan dañadas que no quedaba ellas nada más que la locura. La estructura de la base y algunos ordenadores había quedado intactos por pura suerte.
Mason había hecho un gran trabajo al recopilar todos los datos de la base. A partir de ese momento, cada una de las bases había caído gracias a él, hasta que no quedó ninguna. Damon le había ayudado, pues ya entonces lo respetaba y lo tenía en muy alta estima. Mason le había abierto las puertas de su casa después de la muerte de su madre en sus brazos y el rechazo de su padre.
Se preguntó qué clase de cosas habría vivido Caroline en alguna de esas bases. Ella no había querido contarle nada sobre lo ocurrido y le había pedido que se marchara. Él no había tenido la intención de hacerlo pero su expresión abatida le venció y decidió complacerla, aunque hacerlo le había conllevado un considerable esfuerzo, no quería dejarla sola, pero respetaría sus deseos.
Dante entró en la habitación sacándolo de su cavilación y tomó asiento. Damon reparó vagamente en la agitación de su amigo e hizo un esfuerzo por volver al presente. Dante se había sentado enfrente de él sin mediar palabra.
-¿Has averiguado algo?- su voz sonó roca y Damon se aclaró la garganta.
-No sé cómo habrá sido tú interrogatorio, pero yo jamás me había topado con algo tan sorprendente- una nota de retorcido humor se dejó entre ver en su voz- No te va a gustar lo que he averiguado.
-A ¿no?
-No- la diversión se borró de rostro de Dante y sorprendiendo a Damon este no parecía tener ganas de añadir nada más.
-¿Qué te ha dicho la pequeña?- la reticencia de Dante le estaba empezando a preocupar. De pronto, recordó su conversación con Caroline y el abrasador instinto protector que se había despertado en ella cuando se mencionó a Cristal- ¿Qué es lo que le ha pasado?
-Nosotros, todos nosotros, eso es lo que le ha pasado.
-¿Qué quieres decir?- algo no andaba bien.
-Ella ha visto nuestras vidas.-hizo una pausa mientras evaluaba la reacción de Damon, quien le devolvió una mirada estoica esperando a que continuase- al revés que Caroline ve el pasado, y hoy a sufrido una sobrecarga.- un brillo que Damon no alcanzó a comprender apareció en su mirada- Siete vidas son muchas vidas.
Damon trató de asumir todo aquello con la mayor celeridad posible. La más pequeña de las hermanas era lo que, en un mundo donde la información es poder, se denominaría como la mayor arma con la que se había encontrado. Esa niña poseía todos sus secretos, eso le perturbaba, no quería que ella le temiese. No les convenía tenerla en su contra.
-Entiendo.- había visto el potencial de sus hermanas y no había subestimado a Cristal en ningún momento, y menos, después de ser testigo del sólido pragmatismo que la envolvía.- Mason ordenó el ataque, está siendo chantajeado con algo que tiene relación con Rubí- hizo una pausa dándole tiempo a Dante para aceptar su afirmación, pero sin esperar a que la furia se anclara en él- Caroline fue atrapada por la Sorcen y lo más probable es que sus hermanas también.- en silencio Damon vio como Dante procesaba toda la información.
-Y nosotros las hemos vuelto a enjaular, esto no me gusta.- a Damon tampoco pero Dante no necesitaba una confesión oficial para saberlo.
Ambos se pusieron en marcha sin pronunciar más palabras. Buscando a alguno de los integrantes del Círculo, necesitaban saber cómo dar el siguiente paso. Llegaron hasta una cocina y se encontraron a Cristal sentada junto a un joven vampiro. Al oírlos entrar ambos levantaron la cabeza y centraron su atención en ellos.
-Luca me coges otra taza, por favor- la simple petición de Cristal los cogió desprevenidos a todos.
El muchacho se levantó, cogió una taza del mueble de la cocina y lo colocó encima de la mesa donde Cristal se había apoderado de la tableta de chocolate y había empezado a partirlo en onzas. Cuando terminó depositó todo el chocolate en la taza que atrapó entre sus manos, y todos fueron testigos de cómo el chocolate se fundía en la taza hasta volverse líquido.
-Me tengo que ir.
-No puedes marcharte del recinto- los vivaces ojos verdes del joven estaban llenos de alarma, pero aún así Cristal le dedicó una pequeña sonrisa.
-No pensaba hacerlo, pero mientras tú hablas con los demás yo no tengo por qué quedarme en la cocina.
Y dicho esto, se abrió paso entre él y Dante con la taza en la mano y se apresuró a salir de la habitación. Damon comprendió su actitud, en cuanto vio que iba en dirección a la habitación donde él había dejado a Caroline. Se volvió para interrogar al muchacho, pero tuvo que esperar a que Cristal se perdiera de vista al girar en la esquina para recuperar tanto su atención como la de Dante.
Me he acojonado, en serio... Vuelve a leer donde explicas qué hacen los de la Sorcen con las oráculos mientras escuchas esto:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=UYp05hm9zWo&feature=BFa&list=UUSeJA6az0GrNM4_-pl3HQSQ
Da miedito, lo juro...
Vale, salgo de mi paranoia, ha sido BRUTAL. Me estoy enganchando, Angie, en serio, es magnífica *-* SIGUE, SIGUE, SIGUEEEE! (L)
jajaja parece que escogiste adrede la música ;D
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